En el lenguaje coreográfico se combinan impulsos internos, posiciones del cuerpo, movimientos rítmicos y gestualidad, para simbolizar individual y colectivamente sentimientos y situaciones en el espacio y en el tiempo. Son elementos propios del lenguaje dancístico: el dinamismo interior, espacio imaginario; evocaciones de juegos expresivos, tradicionales o fantásticos, de retahílas rítmicas de rondas; de gestos que representan sentimientos; de movimientos corporales inventados; memoria de experiencias propias y de otros, de movimientos de la naturaleza, evocaciones de construcciones coreogr áficas, de formas de danza.
ELEMENTOS ESPACIALES
Equilibrio estático. El sujeto mantiene el equilibrio corporal sin desplazamiento, en el que adem ás es necesaria la interiorización de sensaciones relativas a las diferentes partes del cuerpo y a la sensación global del mismo. Energía, tensión, relajamiento, respiración, conciencia del cuerpo, del eje de gravedad y de la base de sustentación, mantenimiento de la postura, contracción muscular, sensaciones plantares.
Equilibrio dinámico. El sujeto mantiene en todo momento su equilibrio dentro del movimiento, es el más simple de realizar, en éste está en juego la acción inconsciente como la marcha, la carrera, el salto".
Es la actividad espontánea que se observa en el juego: el tono, la motricidad global, la postura corporal, el equilibrio, la coordinación, la adquisición de movimientos con ritmos incorporados, la lateralidad; orientación (de frente, de espalda, de lado, relación escenario público); dirección subir, bajar, encima, debajo, adelante, atrás, diagonal...); lugar (aquí, allá, en otra parte, dónde estoy, dónde está el otro); niveles (alto, medio, bajo); flujo, acento, grafismo (formas, volúmenes, trazado del cuerpo); desde el lugar que ocupan el individuo y la pareja hasta el de "los otros" en otros lugares de la región, del país, del mundo.
Coordinación. Es la posibilidad de contraer grupos musculares diferentes, independientes los unos de los otros, implicando la inhibición de ciertos grupos musculares y la posibilidad de disociación de otros. Una buena coordinación implica una buena modulación de tono y una
buena estructuración espacio temporal.
Elementos temporales. "El ritmo del movimiento está dado precisamente por la organización temporal de las distintas secuencias del movimiento. Así, la ordenada sucesión de tiempos es mucho mayor que la de sus características puramente espaciales o topográficas.
Puede afirmarse que una cabal educación de la percepción temporal propende por el desarrollo de la buena coordinación psicomotora".
Ritmo auditivo y corporal. Implica escuchar, educarnos auditivamente en la producción y reproducción rítmica. Percepción del tiempo, secuencias de tiempo a diferentes velocidades con diferentes acentos, amplitud rítmica, desplazamiento (tiempos musicales, compases, acentos marcados, recorridos, antes, después), figuración rítmica de vivencias de la naturaleza, del propio cuerpo, de las tradiciones locales regionales y universales.
Las cualidades del movimiento están estrechamente ligadas a la energía; pesado o liviano, fluctuante, resbaladizo, acariciador, tajante, sostenido, brusco etc., se identifican en el trabajo mismo.
El estudio de "pasos" de danza y de diferentes "encadenamientos" es una síntesis y una aplicación de los elementos constitutivos del lenguaje de la danza ya mencionados. Combinaciones de complejidad creciente de estos elementos pueden aprenderse a partir de juegos dinámicos asociados a la noción de velocidad, de dirección, etc.
La condición ideal sería que "pasos y encadenamientos" no fueran un fin en sí mismos, ni un dep ósito de fórmulas, sino un soporte puntual del perfeccionamiento de un "habla corporal", de un estilo personal. Máxime cuando ciertos pasos forman parte del patrimonio local, nacional y universal de la danza.
"Si los niños nuestros bailaran, cantaran, hicieran de su escuela un parque de diversiones, esa escuela se volvería una explosión de vitalidad...y entonces no habría más violencia, porque uno se vuelve violento cuando descubre que los que lo rodean no lo reconocen”.
Carlos Eduardo Martínez, Benposta.
considera que estudiantes egresados de una institución en la que sistemáticamente se ha estudiado danza como un área del currículo (no nos referimos a colegios con especialización en danza que tienen sus propias metas) conciben la danza como un fen ómeno jubiloso de su vida cotidiana ' aprovechan las ocasiones que se les ofrecen para bailar. Tanto educandos como educadores descubren y desarrollan capacidades expresivas y creativas del movimiento corporal de manera lúdica, autónoma, reflexiva y comprensiva del medio cultural; desarrollan una acción de enseñanza-aprendizaje participativa e investigativa que promueve climas de confianza y respeto entre los miembros de la comunidad educativa. Emplean la danza como un medio para dar forma a sus propias representaciones ideas o actos imaginativos e imitativos de fenómenos de la naturaleza y de su entorno en general. Describen el contenido, forma, expresión y ejecución de la danza y establecen vinculación con otros fenómenos de la vida, como la forma en que se mueve el mundo que los rodea. Saben que la danza se puede poner en notación, han hecho intentos propios en tal sentido y pueden apuntar y leer notaciones sumamente fáciles formaciones de grupos, direcciones, ritmos de pasos coreográficos). Pueden describir con sus propias palabras el juego coreogr áfico (improvisaciones y formas de danza ya fijadas). econocen y determinan, tanto en lo musical como en lo coreográfico, procesos formales sencillos (rondó, canon etc).
Aprecian las representaciones de calidad. Tienen nociones del origen histórico de la danza. Conocen la historia de distintas danzas recibidas tanto de su tradición como de otras tradiciones. Seleccionan aspectos de este arte que les gusta, se interesan por indagar y escribir sobre la danza, están en capacidad de argumentar sobre la pues[a en escena de una obra y en general de hacer JUICIOS de valor sobre ejecuciones dancísticas.
Logros esperados por procesos
Proceso contemplativo
l Desarrollo perceptivo de las propias evocaciones y fantasías sobre las formas y movimientos de la naturaleza, de los demás, de las cosas y de la producción dancística del contexto particular.
l Apertura al diálogo, cambios y generación de actitudes hacia la dinámica expresiva propia y del entorno.
l Transformación simbólica de la interacción con el mundo.
l Desarrollo expresivo de sensaciones, sentimientos e ideas a través de metáforas y sfmbolos dancisticos, mediante la expresión corporal.
l Desarrollo de habilidades comunicativas que impliquen dominio técnico y tecnológico.
Proceso reflexivo
l Construcción y reconocimiento de nociones, conceptos y formas coreográficas - expresivas propias de la expresión corporal y la danza.
l Desarrollo de habilidades para conceptualizar.
Proceso valorativo
l Formación del juicio apreciativo de la producción dancística propia, del grupo al que se pertenece, de otros pueblos, en una perspectiva histórica.
l Comprensión y aprecio de la calidad de la interacción con el mundo natural, social y cultural.
Logros e Indicadores de logros por Grupos de Grados (Ver cuadros 11,12 y 13 al final del capítulo).
RECOMENDACIONES PEDAGÓGICAS Y METODOLÓGICAS
Para orientar el trabajo en las escuelas, podemos valemos de una clasificación de la danza como la que se comenta a continuación, de acuerdo con las edades de los escolares:
El equipo recomienda trabajar con los niños menores de tres años en la estimulación temprana de su motricidad y en el desarrollo perceptivo de sus movimientos y los de los demás. Esto por medio de juegos rítmicos y de ubicación espacial y temporal y ejercicios de coordinación ojo-mano, ojo-pie. Se sugiere trabajar con preescolar en procesos de aprendizaje, lúdicos e imitativos, con métodos
experimentales del movimiento, del sonido, del dibujo, de la expresión corporal, de la escenografía. Que los contenidos de estudio sean las formas y volúmenes de los objetos, los gestos, los espacios reales e imaginarios y los diferentes componentes del movimiento (tensión,
relajación, respiración, equilibrio), los cuales se trabajarían en el ejercicio de música infantil y de juegos rítmicos.
De los 5 a 9 años de edad, danza libre y espontánea, pre-danza, movimientos expresivos de la propia inventiva; imitación y apreciación de la dinámica de la naturaleza y de los animales, de las expresiones de los otros, juegos y rondas. Recreaciones en torno a las fiestas religiosas a través de juegos coreogr áficos, de mitos y fábulas. Iniciación al manejo de la cerámica, la cester ía, la orfebrería y la pintura y manejo de instrumentos musicales folclóricos sencillos en función del conocimiento de las formas y movimientos de la naturaleza. En este nivel se le brinda a los estudiantes la posibilidad de plasmar en sus movimientos sus propias imágenes, su personalidad, su emotividad, su originalidad y su energía emocional.
Entre 9 y 14 años de edad. Juegos coreogr áficos con variedad de ritmos, celebraciones religiosas de mayor complejidad y representaciones de creación colectiva, de las tradiciones populares propias y de otros pueblos. Se sugiere desarrollar este nivel en dos fases simultáneas: a) Educación del movimiento, con base en el desarrollo de las condiciones físicas, emocionales y cognitivas del alumno; en su habilidad para percibir y vivenciar el movimiento, en sus habilidades motrices, su capacidad corporal expresiva, etc. b) Formas de la danza, como: danza
creativa, formas de danza creadas por los mismos niños, con o sin profesor. Ceremonial relativo a la celebración de rituales sagrados y de acontecimientos especiales, como el nacimiento, la construcción de viviendas, ciclos temporales, las enfermedades, el casamiento, la muerte etc. La danza social o popular hace parte de la vida social, recreativa, sin reglas, espontánea, la que ven los niños en las reuniones sociales, en las fiestas. Danza teatral, se presenta en espectáculos, festejos populares, para recrear al público en espacios al aire libre (parques, calles..) o en centros culturales o como parte de otros eventos artísticos. Danza tradicional heredada; danzas de la tradición local, incluyen danzas infantiles, sociales, teatrales, ceremoniales. Sus reglas han sido acuñadas por los ancestros y se siguen respetando. No es ésta una clasificación rígida de las formas dancísticas; se menciona como una posible ayuda para el docente en el desarrollo de su labor.
La historia y el contexto cultural de estos eventos se investigan a través del conocimiento literario de coplas y leyendas y del trabajo más exhaustivo de las técnicas artesanales introducidas en los niveles anteriores. Además se introducen el huso y el telar, se investiga acerca de los trajes típicos de cada danza y las costumbres y alimentos de cada región.
Entre los 14 y 18 años de edad. Montajes coreogr áficos de danzas de las tradiciones de las distintas regiones de Colombia o de otros países; de danza clásica y de danza contempor ánea, con aportes expresivos gestuales y coreográficos de los alumnos y alumnas. En este nivel se espera que el estudiante tenga un dominio técnico que le permita transmitir sus emociones, sentimientos e ideas dancísticas con autonomía y estilo propio, con herramientas de los montajes enumerados. Su trabajo artístico debe denotar conocimiento de su contexto cultural particular y conciencia histórica. Muestra que sabe sobre danzas sacras y profanas de las regiones del pa ís, la geografía, la forma de vivienda popular, los lugares donde se realizan las celebraciones. Se amplía el conocimiento de las formas de manufactura vistas hasta el momento (cerámica, cestería, orfebrer ía, cocina, trajes, instrumentos), de la tradición oral y la literatura de las regiones y se incluyen además investigaciones acerca de las plantas medicinales y la medicina popular.
Además se sugiere ampliar el manejo de telares, la preparación y utilización de tintes y colorantes y continuar con las pr ácticas artesanales que se han venido desarrollando a lo largo de toda la formación. Aparece tambi én la sugerencia de investigar acerca de la celebración
navideña tradicional, trabajar en la elaboración de pesebres, en el montaje de villancicos y en la organización de novenas de aguinaldos.
Estos niveles deben funcionar como un sistema de vasos comunicantes; en cualquier nivel se pueden manejar cada una y todas estas formas de danza teniendo en cuenta necesidades, intereses y posibilidades según las regiones, las condiciones socio-culturales, los recursos y expectativas de las instituciones.
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